Esta vez el reto era un personaje muy conocido y entrañable. Esto supone un punto más de responsabilidad porque, además de la elaboración y montaje, tiene que parecerse al original. Y allá fuimos.
Con indicaciones encontradas por internet, muchas ganas y un fin de semana por delante, dimos cuerpo al leoncito que nos encandiló a todos con sus aventuras.
El material empleado fue, como normalmente acostumbro, Valeria di Roma Nerja en amarillo 149 y el amarillo claro fue en algodón 100%. Los ojos fueron realizados en perlé y con aguja más fina para que el tamaño no quedase descompensado.
Con lana acrílica realicé el penachito de la cabeza y la punta de la cola, para después poder cardarla y darle ese aspecto despeinado.
En cuanto al tamaño, mide 30 cm de alto.
Fue todo un éxito y me dejó muy satisfecha el resultado. Y aquí se queda de recuerdo para cuando mi memoria necesite ayuda.
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