Llevaba tiempo esperando su turno. Nuestro primer contacto fue hace unos dos años, cuando lo descubrí por casualidad en la página de Proyectarian, su creador. Inmediatamente me sentí cautivada por él y ya quedó fijado en mi memoria. Como era un diseño muy elaborado y con unos materiales especiales, decidí dejarlo en el tintero y darme un poco de tiempo para ver si se me pasaba la obsesión.
Pero como todas las buenas cosas, no fue así. Cada vez que retomaba el patrón, que tenía guardado como oro en paño, las ganas volvían más fuertes. Así, poco a poco, fui desgranando un poquito el patrón, las medidas, buscando los materiales, evaluando los gastos.... hasta que, en diciembre de 2021, una vez conseguido el algodón necesario, me lancé.
Tuve que echar mano de Valeria di Roma Eco Luna y su lana 50% algodón y 50% acrílica, de la combinación de tonos 3343. Al principio me hice con 200 grs, pero una vez metida en faena, tuve que añadirle 100 grs. más.
A medida que iba avanzando (muy lenta, para mi gusto y mis ganas de verlo materializado), podía comprobar que mi obsesión con el dinosaurio tenía su razón de ser, ya que me estaba enamorando con cada pieza que lograba terminar.
Por fin, el 1 de enero de 2021 pude "entrar en quirófano" (como yo denomino al proceso de montaje) y ahí fue cuando el hilo tomó "vida" y el Macaquiño estuvo preparado para la presentación en sociedad.
Sus medidas (45 cm desde el hocico hasta la cola, y 30 cm de alto) y su peso de aproximadamente kilo y medio, son maravillosos. Y su mirada....
Como suelo hacer con todos los Macaquiños que hago por iniciativa propia, lo subí a mi muro de Facebook y ese mismo día encontró dueña.
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